Inútil

Resulta que aparte de ser bióloga, también pertenezco a una secta.

Mi secta en cuestión se llama CrossFit y es un deporte (?) -técnica de entrenamiento, según Wikipedia- que involucra ejercicios de distintas disciplinas, tales como halterofilia o gimnasia. 

La verdad es que yo no tenía ni idea de qué era toda esta movida cuando me metí. En realidad yo sólo quería ganar un poco de músculo, lo típico, ya sabéis. Y aquí estoy, jugándome una hernia cada mañana por el puto CrossFit.

Perdonad, os voy a poner en contexto. A mí me gusta entrenar desde hace tiempo. Iba al gimnasio, hacía mi cardio, mis pesitas, esas cosas, pero siempre me acababa cansando. Tenía la sensación de que no estaba haciendo las cosas de la manera más óptima para obtener el máximo rendimiento (lo cual era cierto) y, lo que es peor, no sabía cómo hacerlo mejor. Necesitaba alguien que me guiara.

El año pasado abrieron un gimnasio nuevo en mi poblacho (a los de Laguna se nos permite llamarlo así) y decidí apuntarme, ya que impartían clases de Krav Maga (defensa personal) y boxeo, dos de las tantas actividades que siempre había querido probar. Estuve yendo durante un tiempo y, en efecto, aprendí más o menos a manejarme en ambas, pero me apetecía complementarlo con un entrenamiento más global, algo que me ayudara a mejorar el cardio y mi condición física en general. Y así terminé en la secta.

Al principio no te enteras de nada. Empiezan a hablarte de Hang Power Cleans, de Squat Snatches y tú te quedas como: "¿Qué? Ni siquiera he tocado una barra en mi vida tío, vete más despacio". Usan (usamos) un montón de material que tampoco has manejado en tu vida y los ejercicios no tienen nada que ver con los de un gimnasio convencional. Además, terminas la primera clase con la sensación de que acaba de pasarte un tráiler por encima y te tiras dos semanas enteras con agujetas. Peeeeeeero poco a poco te vas enganchando, como en toda buena secta que se precie.

Al final el CrossFit me fue ganando y dejé de boxear para poder centrarme totalmente en ello. Empecé a entrenar más duro (más de lo que nunca lo había hecho) y aunque ha habido muchos días difíciles, todos han merecido la pena. Aquí he conocido a personas que me llenan de alegría y, sobre todo, he encontrado a alguien que me está ayudando a alcanzar mis metas.

Sólo llevo 9 meses y aún falta mucho trabajo por hacer. Soy bastante torpe en casi todo, pero no me importa, porque sé que cada día estoy más cerca de dejar de serlo.

Recuerdo ver a las chicas de atletismo en las Olimpiadas de Rio 2016 y pensar "ojalá poder ser como ellas, correr como ellas o tener sus piernas". Bueno, creo que nunca seré capaz de correr como una atleta etíope, pero espero que cuando lleguen las siguientes Olimpiadas pueda verlas y decir "I'm on the way".

                                                                                      Así suena nuestra secta ^^