El Libro Blanco de la profesión docente

Como hemos visto en clase, un "libro blanco" es un documento técnico que publican los gobiernos, en determinados casos, para informar a los órganos legislativos o a la opinión pública, con el objetivo de ayudar a los lectores a comprender un tema, resolver o afrontar un problema, o tomar una decisión. 

En el caso de "El libro blanco de la profesión docente", éste fue encargado por el Ministerio de Educación en el año 2015 al filósofo José Antonio Marina, quien se ocupó de su redacción. Quizá lo que más destaque de dicho documento, aparte de las numerosas medidas que propone para mejorar la calidad de la educación, sea que se plantea convertir a los maestros en un cuerpo de élite con siete años de formación (cuatro de grado, uno de máster y dos de practicas siguiendo el modelo médico de los MIR).

A través de los diferentes apartados, llegamos a la conclusión de que para que una reforma educativa funcione, requiere de un cambio sistémico que afecte a la totalidad de las piezas que conforman el sistema educativo: objetivos y valores, currículo, organización, autonomía y gestión democrática de los centros, tiempos y espacios, papel de la dirección de los centros y de la inspección, derecho a la educación e igualdad de oportunidades, relación de la escuela con la comunidad y con las diversas políticas sociales y culturales, etc. Además, se sugiere que dichas reformas comprometan tanto a políticos de "ambos bandos" como a sindicatos y otros colectivos docentes o las AMPA, ya que si los maestros y el conjunto de la comunidad educativa no se sienten escuchados y no se implican en el debate, las reformas fracasarán.

En cuanto al profesorado no universitario, queda patente que, pese a sus años de formación, carece de experiencia en algunos campos importantes, razón por la cual se propone que cuenten con unas prácticas de dos años con tutores especializados y con una retribución para el estudiante desde el primer momento (DEP). Esta propuesta, aunque atractiva, resulta difícil de llevar a la práctica por los altos costes que conllevaría. No obstante, hay otras en las que sí se debería invertir, como el reciclaje o actualización constante de los conocimientos, o la continuidad entre la formación inicial y la continua; ya que se trata de dos factores clave que mejorarían exponencialmente la calidad de la educación.

Respecto a la evaluación externa de los docentes, se plantea en este libro blanco si sería una buena opción el llamado "mérito pay" o "pay per perfomance“, donde los docentes cobrarían más. Esto, aunque atractivo en un primer momento, se ha comprobado que resulta ineficaz, pues la principal demanda de los maestros no es el dinero, sino tener a su alcance los recursos necesarios para mejorar la calidad de la enseñanza en las aulas. Además, se ha visto que esta práctica fomenta el individualismo, la jerarquización y la competitividad entre profesores, y provoca un clima de recelos y envidias, dificultando extraordinariamente el trabajo en equipo y la cultura de la colaboración-cooperación. 

Por último, me gustaría destacar, de entre las 20 propuestas de este libro, la novena de ellas, pues hace hincapié en la importancia de la formación de los docentes, y sugiere que sean los Centros Superiores de formación del profesorado quienes lleven a cabo dicha labor.

Comentarios

  1. Estoy súper de acuerdo con los problemas que podría acarrear un pago por méritos, además de que sería difícil establecer las bases para obtener de estos méritos... Me parece muy interesante la propuesta del libro que dices, yo personalmente abogo por la formación continua y que debemos tener interés en ella como docentes.

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