¿Qué me llevaría a una isla desierta?

Como actividad final para nuestro blog, se nos ha propuesto pensar en un objeto personal que nos llevaríamos a una isla desierta.

He de confesar que le he dado bastantes vueltas a este asunto. Lo más lógico sería pensar en hacerse con un mechero, unos cuchillos, una cantimplora o algo de comida. Sin embargo, nada de eso acababa de convencerme. Quiero decir, con ninguna de esas herramientas podría asegurar mi supervivencia, al fin y al cabo. 

Así que, finalmente, opté por pensar en un objeto de valor para mí, pero nuevamente estaba en blanco. ¿Un peluche de cuando era pequeña, algún regalo, o la cruz de mi primera comunión? (Apuesto a que esa última no os la esperabais). Creo que la pregunta, más bien, es: ¿Qué llevaría conmigo que resuma toda mi vida?

No sé si sería la decisión más acertada (probablemente no), pero puestos a morir en una isla desierta (moriríamos, creedme) creo que me gustaría recordar a mis seres queridos. Por ello, elegiría llevarme conmigo una fotografía de mis padres. Ohana, dicen, ya sabéis.

Espero que os haya resultado entretenido y ameno leer mi blog. Gracias por haber llegado hasta aquí y, en caso de haberlo hecho, por escribir un comentario. ¡Nos vemos pronto!


Comentarios

Entradas populares de este blog

Make up

El indomable Will Hunting

El Libro Blanco de la profesión docente